jueves, 1 de abril de 2010

UN BUEN PROYECTO QUE NACE DEL PUEBLO Y PARA EL PUEBLO



LUIS ALBERTO CASTRO LOPEZ, “PACHACHACA” al ver la realidad de nuestros pueblos de las riveras del Marañon y al ver a nuestra niñez, futuro de nuestros pueblos de Conchucos. Hace una reflexión y nos dice:

En primer lugar, la conciencia política nace de un silencio interior que nos permite escuchar la voz y las necesidades de nuestro pueblo, que es nuestra comunidad de pertenencia, pueblo que debe ser el sujeto actor creativo de su propio destino y soberano de todo el poder.

Nosotros los que estamos en este proyecto “CONCHUCANOS EN ACCION” somos concientes y estamos “Con un oído en el pueblo... y con otro en la justicia”. O sea, pueblo y justicia, justicia y pueblo.


Si hoy nuestra clase política dirigencial está tan desprestigiada es porque ha perdido esa capacidad de escuchar y responder a las reales necesidades del pueblo.

El pueblo no se siente escuchado ni interpretado, por eso desconfía de la política y se aparta de ella.


Somos y estamos convencidos de esta conciencia:

Debemos ver lo que está pasando, no cerrar los ojos; escuchar la voz, los reclamos y las necesidades; conocer las causas del dolor y sentir ese sufrimiento como propio.

Y en segundo termino responder con una actitud y una acción coherente, dando solución a las necesidades.

He aquí la esencia de una conciencia política; de todo ciudadano comprometido y de todo dirigente político comprometido de verdad: escuchar desde el corazón las necesidades del pueblo y responder a ellas hasta las últimas consecuencias.

Cuando la política no parte de las necesidades de la comunidad y no responde a sus demandas, entonces tenemos la corrupción política, una acción que sólo responde a los intereses particulares y no al bien común de nuestro pueblo.

Preguntémonos ahora desde un gran silencio interior: qué escuchamos y qué clamor nos llega de los varios cientos de conchucanos nuestros que están sin trabajo o con un trabajo precario e inestable.


Qué clamor nos llega de miles de familias que viven en la pobreza extrema, sin sus necesidades básicas satisfechas o que apenas tienen para comer hoy, pero que no saben qué comerán mañana, cuál el clamor de nuestras mujeres conchucanas y de nuestros campesinos, que hoy se sienten “excluidos”, sin recursos y sin igualdad de oportunidades, cuanto un pequeño grupo de “incluidos” acaparan poder, dinero, bienes y riquezas, y hasta hacen ostentación de ello.


Por lo tanto, comencemos por donde debemos comenzar: de nada vale tener esa conciencia de nuestras necesidades si no tenemos una gran fe y confianza en nosotros mismos y en nuestro pueblo, confianza en que “nosotros podremos” resolver nuestros problemas.


Necesitamos creer en nosotros, creer en ese poder político que nos pertenece.

Creer en lo que sentimos, creer en lo que pensamos, creer en lo que expresamos con nuestras palabras; creer en nuestras ideas y en todo lo que llevamos dentro.

Es el desarrollo de nuestra autoestima, reconociendo que “somos” ... y que “somos valiosos”.


Por eso lanzo este proyecto: porque creo en mi pueblo, como creo en tanta gente que ya nos está acompañando tanto en Lima como en el extranjero. El pensamiento “CONCHUCANOS EN ACCION” se esta masificando y llegando al corazón de la gente.


En consecuencia, y como corolario de lo dicho anteriormente, la conciencia política implica que tengamos un proyecto de país, de provincia, de municipio, de comunidad.

Un proyecto que todos lo sintamos como “nuestro”, porque hemos sido sujetos activos en su elaboración y en su puesta en marcha y ejecución. No el proyecto de alguien o de unos pocos que creen que pueden pensar y decidir por los otros.


Preguntémonos entonces: ¿Tenemos un proyecto nacional? Nosotros SÍ ¿Tenemos un proyecto que nos una y contenga a todos, un proyecto que nos entusiasme a todos? SÍ ¿ Y cuál es el proyecto de nuestro Municipio? El que lo estamos elaborando con todo el pueblo y Listo para ponerlo en marcha.

Qué tristeza de “otros” que con tantos años de vida política, con años de experiencia política, no tengan ni el borrador de un proyecto auténticamente conchucano, es decir, que responda a los intereses de toda la comunidad ciudadana y que sea elaborado por toda la comunidad.


Un proyecto que ponga al pueblo, primero, y a los intereses partidarios y personales en último lugar.

Un proyecto centrado en la comunidad y en el hombre.

Un proyecto en el cual participamos todos como actores, tanto en su elaboración como en la ejecución.


En ultimo termino, existe un último elemento que, de no existir, transforma en un simple sueño nuestra conciencia política: es la realización del proyecto en una acción organizada y eficaz.

No basta escuchar las necesidades del pueblo, no bastan los diagnósticos, las estadísticas y las denuncias, de las que tanto se abusa; tampoco bastan los proyectos. Hay que realizarlos.

Y esto supone que nos organicemos, participando en grupos, organizaciones sociales, porque ésta no es una tarea individualista, sino el fruto de una comunidad organizada.

Cada uno sabrá dónde y cómo hacerlo, pero sin comunidad organizada no hay conciencia política, porque la “política” es precisamente la transformación de la sociedad (polis) desde el pueblo organizado.


Todo lo cual implica que nos capacitemos con todas las herramientas propias de la gestión política para saber traducir en hechos concretos eso mismo que está en la intención o en los papeles aquí con orgullo decimos que pachachaca esta preparado, y sin aire a superioridad a realizado estudios en la Universidad ESAN.


Entonces no basta la acción improvisada, menos en un mundo social tan complejo como el nuestro. Necesitamos realizar nuestro proyecto con eficacia y con eficiencia.


¿No les parece a ustedes extraño que en nuestro pueblo los opositores no se interesen en su capacitación para ser mejores dirigentes políticos, municipales, sociales y comunitarios, siendo la política la más importante y responsable de todas las profesiones?


¿No les parece incongruente que quienes han de dirigir, nuestras provincias y municipios, nuestras organizaciones políticas y sociales, no reciban adecuada capacitación y deban improvisar en decisiones que afectan la vida de toda la comunidad?


Con humildad, pero con decisión y valentía, asumimos la tarea de despertar y desarrollar la conciencia política, tal como la hemos descrito, en un pueblo que la tiene “anestesiada”, sea por la desilusión de tantas promesas incumplidas, sea por la corrupción reinante, sea porque hay quienes tienen mucho interés en que esta conciencia permanezca anestesiada.


Queremos despertar y desarrollar esta conciencia política que comienza en la escucha de las necesidades del pueblo y que termina en la organización y en la capacitación para que cada uno se sienta eficaz y eficiente en el ejercicio de su vocación política y social.